All Boys ganó un partido importantísimo ante River en Floresta. Fue 1 a 0 con gol del uruguayo Rodríguez. El Millonario jugó muy mal y continúa en Promoción. El futuro de Cappa es incierto.
El calor sofocante que invadió la Ciudad de Buenos Aires este domingo fue una premonición de lo que se vería durante dos horas en el Estadio Islas Malvinas: un infierno. Para All Boys el infierno estuvo encantador, como cantaba el Indio Solari. En cambio a River, el fuego los consumió en 90 minutos.
All Boys obtuvo tres puntos de oro en su cancha ante un rival que llegaba con varias novedades, aplicadas durante la semana y media de parate que tuvo el fútbol argentino. El ingreso de Manuel Lanzini por Erik Lamela, Ezequiel Cirigliano jugando desde el principio por la ausencia de Matías Almeyda, Diego Buonannote en la delantera junto a Mariano Pavone. Ningún movimiento alcanzó para que este equipo pudiera revertir su imagen paupérrima. River pareció un barco a la deriva, un equipo intrascendente en ataque, con un Pavone por demás impreciso, que se dedicó a devolverle con gestos los insultos que recibía de la tribuna visitante. En cambio, en All Boys brillaba Cristian Fabbiani, el disidente millonario, que se convirtió en figura de su equipo en los primeros minutos asistiendo a sus compañeros con tacos y lujos. La hinchada le agradeció con aplausos y cantos.
Ambos equipos fueron totalmente opuestos durante todo el partido. All Boys fue ordenado y efectivo, aunque no pudo convertir durante el primer tiempo pero claramente fue superior a River, que no tuvo llegadas claras en los 45 iniciales. Pero a los 7 del complemento, el uruguayo Juan Pablo Rodríguez clavó un remate cruzado y marcó el gol que alivió a todos los albos. River comenzaba a sufrir su falta de contundencia y la carencia de ideas ofensivas. Ortega había ingresado por Cirigliano para darle peligro al área de Cambiaso –de gran actuación- pero no pudo conectarse con su delantera. En cambio All Boys dominó también en la segunda etapa y llegó varias veces al arco rival. El 1 a 0 pareció un perdón a la ingenuidad del visitante, que tal vez llegó a Floresta pensando que las cosas iban a ser mucho más fáciles. Evidentemente, se equivocó.
Los de Pepe Romero sumaron un nuevo triunfo ante un rival grande –ya le ganó a Independiente, Estudiantes y Boca- y sigue aumentando su confianza de permanecer en Primera División. En cambio River cosechó su séptimo partido sin una victoria y continúa pensando en zafar de la zona caliente. Mientras tanto, Angel Cappa camina en la cuerda floja y ya no cuenta con el apoyo de quienes lo contrataron hace algunos meses. ¿Se va? Habrá que esperar las próximas horas. Contrastes de dos equipos muy distintos y con realidades diametralmente opuestas.
El calor sofocante que invadió la Ciudad de Buenos Aires este domingo fue una premonición de lo que se vería durante dos horas en el Estadio Islas Malvinas: un infierno. Para All Boys el infierno estuvo encantador, como cantaba el Indio Solari. En cambio a River, el fuego los consumió en 90 minutos.
All Boys obtuvo tres puntos de oro en su cancha ante un rival que llegaba con varias novedades, aplicadas durante la semana y media de parate que tuvo el fútbol argentino. El ingreso de Manuel Lanzini por Erik Lamela, Ezequiel Cirigliano jugando desde el principio por la ausencia de Matías Almeyda, Diego Buonannote en la delantera junto a Mariano Pavone. Ningún movimiento alcanzó para que este equipo pudiera revertir su imagen paupérrima. River pareció un barco a la deriva, un equipo intrascendente en ataque, con un Pavone por demás impreciso, que se dedicó a devolverle con gestos los insultos que recibía de la tribuna visitante. En cambio, en All Boys brillaba Cristian Fabbiani, el disidente millonario, que se convirtió en figura de su equipo en los primeros minutos asistiendo a sus compañeros con tacos y lujos. La hinchada le agradeció con aplausos y cantos.
Ambos equipos fueron totalmente opuestos durante todo el partido. All Boys fue ordenado y efectivo, aunque no pudo convertir durante el primer tiempo pero claramente fue superior a River, que no tuvo llegadas claras en los 45 iniciales. Pero a los 7 del complemento, el uruguayo Juan Pablo Rodríguez clavó un remate cruzado y marcó el gol que alivió a todos los albos. River comenzaba a sufrir su falta de contundencia y la carencia de ideas ofensivas. Ortega había ingresado por Cirigliano para darle peligro al área de Cambiaso –de gran actuación- pero no pudo conectarse con su delantera. En cambio All Boys dominó también en la segunda etapa y llegó varias veces al arco rival. El 1 a 0 pareció un perdón a la ingenuidad del visitante, que tal vez llegó a Floresta pensando que las cosas iban a ser mucho más fáciles. Evidentemente, se equivocó.
Los de Pepe Romero sumaron un nuevo triunfo ante un rival grande –ya le ganó a Independiente, Estudiantes y Boca- y sigue aumentando su confianza de permanecer en Primera División. En cambio River cosechó su séptimo partido sin una victoria y continúa pensando en zafar de la zona caliente. Mientras tanto, Angel Cappa camina en la cuerda floja y ya no cuenta con el apoyo de quienes lo contrataron hace algunos meses. ¿Se va? Habrá que esperar las próximas horas. Contrastes de dos equipos muy distintos y con realidades diametralmente opuestas.
Una ironía del destino: Después de la derrota de River, All Boys habilitó el sistema de audio del estadio. Primero se escuchó un efecto de sonido que simulaba ser la señal vital de una persona que fallece y dejan de escucharse sus latidos. Seguido, se escuchó la cortina del programa “El Nacional” que transmite TyC Sports. Todo en clara alusión al posible descenso al Nacional B del equipo visitante. Una categoría que All Boys conoce bien por haber jugado allí en los últimos años hasta conseguir el ascenso a Primera de este año.
Foto: Gentileza Olé
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