Decir que Roger Federer ya no es el extraordinario e inigualable jugador que solía ser hace un par de temporadas atrás sería una aberración, sin embargo, ese hombre que supo ser invencible y temido por todos sus pares en el circuito -a excepción de su gran Némesis Rafael Nadal- parece ser hoy un jugador al que muchos pueden darle batalla si saben con qué armas atacarlo.
Fue ese el caso de Tomas Berdych en la noche de martes en Miami, cuando venció al número uno por 6-4 6-7(3) y 7-6 (6). De esta manera Roger se despide por segunda semana consecutiva en instancia prematura de un torneo de alta envergadura como lo es un Masters 1000 como lo hizo hace menos de siete días en Indian Wells donde cayó en tercera ronda frente al chipriota Marcos Baghdatis.
Son muchos los puntos que debieran tenerse en cuenta para analizar este presente poco avasallante de quien muchos consideran como el mejor jugador de la historia. No se encuentra en su plenitud física, con una infección pulmonar a cuestas que le dificulta la respiración en los momentos de gran desgaste aeróbico, sumado al poco trajín que lleva en los últimos meses de competencia y potenciado por la falta de confianza que viene sufriendo desde que aquel momento cuando cedió el primer puesto del ranking, aunque lo haya recuperado un año más tarde.
Sin embargo, a pesar de todas las piedras que se le puedan presentar a este jugador fuera de serie, el talento y la magnitud de su tenis están por arriba del resto de los mortales. No hay que olvidar que este año se coronó campeón en el primer Grand Slam de la temporada y que ostenta la cima del ranking con holgura por sobre sus seguidores más cercanos, los cuales se pasean los tres puestos subsiguientes semana tras semana.
Son pocos los récords que le restan a este Superman del mundo del tenis, pero al mismo tiempo son los más importantes, ya sea alcanzando a Andre Agassi en cantidad de títulos de Masters 1000 (17), las 286 semanas que Pete Sampras estuvo al frente del ranking mundial, los 109 títulos de singles conseguidos por Jimmy Connors en toda su carrera, los 16 títulos que consiguió Guillermo Vilas en un solo año (1977), y también porqué no, levantar la Copa Davis o incluso la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
En este deporte, la motivación y los objetivos siempre sobran, más en una persona cuyo techo es el cielo como lo es para Roger Superman Federer.
Muy buena nota, felicito al redactor de la misma
ResponderEliminarUn saludo al equipo !