Argentinos Juniors venció como visitante a River Plate por 1 a 0 y acentuó la crisis que vive el Millonario. El único gol lo marcó Sosa, el árbitro Abal le anuló otro y no le dio un penal.
En el partido que cerró la undécima fecha del Torneo Clausura, Argentinos Juniors le ganó a River Plate por 1 a 0 con un gol de Ismael Sosa a los 20 minutos del primer tiempo.
El equipo visitante comenzó dominando el juego y tuvo las chances más claras de la primera parte. Primero, Diego Abal no cobró un penal por una mano intencional de Alexis Ferrero. Luego vino el gol, producto de una hermosa asistencia de José Luis Calderón desde la zona central a Sosa que le pegó fuerte y cruzado al palo derecho de Daniel Vega. Después, cuando River empezaba a mostrar su desconcierto, el árbitro asistente invalidó un gol legítimo de Sosa ya que consideró que se encontraba en offside: la repetición mostró que dos jugadores millonarios lo estaban habilitando.
Los equipos se iban al entretiempo con una cortina musical de fondo por parte de la hinchada local, quien insultaba a los jugadores y pedía actitud porque “no juegan con nadie”. Las miradas cabizbajas de Astrada y compañía eran la síntesis perfecta de los 45 minutos que habían terminado: resignación, bronca, desconcierto. River fue puro sustantivo pero poco verbo.
En el segundo tiempo parecía que las pilas milagrosamente se habían recargado. El Jefe hizo dos cambios buscando llegar al arco por abajo y sin tanto pelotazo. Daniel Villalva entraba por Gustavo Canales (de muy floja actuación) y Mauro Díaz por Rodrigo Rojas (muy impreciso). Si bien en cuanto a nivel de juego el Millonario seguía desperdiciando pases, intentaba llegar al arco de la mano de Facundo Affranchino, que quedó en offside, y luego con un tiro desviado de Mauro Díaz. A los 8 minutos, en una contra que armó Villalva, el árbitro tampoco cobró un penal, esta vez para River, ya que Santiago Gentiletti lo abrazó a Funes Mori y no le permitió girar para patear al arco. El 9 de la banda tendría otras oportunidades, inclusive marcó un gol que fue anulado porque estaba en posición adelantada. Pero así como las tuvo, las desperdició y se perdió de llegar al empate e incluso a la victoria tanto por sus imprecisiones como por las buenas intervenciones del arquero de Argentinos, Luis Ojeda. Astrada probaba otro cambio para intentar ganar y mandaba a la cancha a Mauro Rosales por Paulo Ferrari. El rosarino tuvo algunas chances de marcar pero en ninguna logró llegar con claridad. River mostró actitud, mucha más que en la derrota ante Boca Juniors, pero no le alcanzó esta vez para dar vuelta el resultado.
Los del Bichi Borghi no se quedaron atrás y siguieron probando al arco en cada oportunidad que tuvieron. Por las manos de Vega pasaron casi todos los tiros de riesgo y el Bicho no pudo aumentar la diferencia. Se armó bien con los ingresos de Emilio Hernández por Calderón, Nicolás Pavlovich por Facundo Coria e Ignacio Canuto por el ex River Gustavo Oberman. La seguridad de Ojeda en el arco, el despliegue y la solidez de Néstor Ortigoza en el mediocampo y la experiencia de Caldera fueron los pilares fundamentales para este triunfo.
El pitazo de Abal pareció un baldazo de agua fría para todo River, un equipo decepcionado que probó más de 23 veces al arco en la segunda etapa y no tuvo la consistencia necesaria para remontar un partido de local. Los de Paternal se fueron conformes, más aún sabiendo que con este resultado están dentro del grupo que jugará la Copa Sudamericana el próximo semestre.
Un semestre que podrá ser esperanzador para el Bicho, pero para su rival de turno se ve teñido de negro, con la pesadilla del promedio dando vueltas por el Monumental.
En el partido que cerró la undécima fecha del Torneo Clausura, Argentinos Juniors le ganó a River Plate por 1 a 0 con un gol de Ismael Sosa a los 20 minutos del primer tiempo.
El equipo visitante comenzó dominando el juego y tuvo las chances más claras de la primera parte. Primero, Diego Abal no cobró un penal por una mano intencional de Alexis Ferrero. Luego vino el gol, producto de una hermosa asistencia de José Luis Calderón desde la zona central a Sosa que le pegó fuerte y cruzado al palo derecho de Daniel Vega. Después, cuando River empezaba a mostrar su desconcierto, el árbitro asistente invalidó un gol legítimo de Sosa ya que consideró que se encontraba en offside: la repetición mostró que dos jugadores millonarios lo estaban habilitando.
Los equipos se iban al entretiempo con una cortina musical de fondo por parte de la hinchada local, quien insultaba a los jugadores y pedía actitud porque “no juegan con nadie”. Las miradas cabizbajas de Astrada y compañía eran la síntesis perfecta de los 45 minutos que habían terminado: resignación, bronca, desconcierto. River fue puro sustantivo pero poco verbo.
En el segundo tiempo parecía que las pilas milagrosamente se habían recargado. El Jefe hizo dos cambios buscando llegar al arco por abajo y sin tanto pelotazo. Daniel Villalva entraba por Gustavo Canales (de muy floja actuación) y Mauro Díaz por Rodrigo Rojas (muy impreciso). Si bien en cuanto a nivel de juego el Millonario seguía desperdiciando pases, intentaba llegar al arco de la mano de Facundo Affranchino, que quedó en offside, y luego con un tiro desviado de Mauro Díaz. A los 8 minutos, en una contra que armó Villalva, el árbitro tampoco cobró un penal, esta vez para River, ya que Santiago Gentiletti lo abrazó a Funes Mori y no le permitió girar para patear al arco. El 9 de la banda tendría otras oportunidades, inclusive marcó un gol que fue anulado porque estaba en posición adelantada. Pero así como las tuvo, las desperdició y se perdió de llegar al empate e incluso a la victoria tanto por sus imprecisiones como por las buenas intervenciones del arquero de Argentinos, Luis Ojeda. Astrada probaba otro cambio para intentar ganar y mandaba a la cancha a Mauro Rosales por Paulo Ferrari. El rosarino tuvo algunas chances de marcar pero en ninguna logró llegar con claridad. River mostró actitud, mucha más que en la derrota ante Boca Juniors, pero no le alcanzó esta vez para dar vuelta el resultado.
Los del Bichi Borghi no se quedaron atrás y siguieron probando al arco en cada oportunidad que tuvieron. Por las manos de Vega pasaron casi todos los tiros de riesgo y el Bicho no pudo aumentar la diferencia. Se armó bien con los ingresos de Emilio Hernández por Calderón, Nicolás Pavlovich por Facundo Coria e Ignacio Canuto por el ex River Gustavo Oberman. La seguridad de Ojeda en el arco, el despliegue y la solidez de Néstor Ortigoza en el mediocampo y la experiencia de Caldera fueron los pilares fundamentales para este triunfo.
El pitazo de Abal pareció un baldazo de agua fría para todo River, un equipo decepcionado que probó más de 23 veces al arco en la segunda etapa y no tuvo la consistencia necesaria para remontar un partido de local. Los de Paternal se fueron conformes, más aún sabiendo que con este resultado están dentro del grupo que jugará la Copa Sudamericana el próximo semestre.
Un semestre que podrá ser esperanzador para el Bicho, pero para su rival de turno se ve teñido de negro, con la pesadilla del promedio dando vueltas por el Monumental.
FOTO: Gentileza www.riverplate.com
Ay River!!! Pensar que fuiste campeón de TODO y ahora no sabemos los hinchas cómo justificar tu presente. Sólo los que llevamos una banda roja en el alma podemos seguir bancando tantas decepciones.
ResponderEliminarSilvia