Después de una semana plagada de rumores que marcaban la renuncia del DT Xeneize, Abel Alves, en caso de una derrota, como también las posibles últimas participaciones en el Superclásico de los máximos referentes que tienen ambos planteles, la tormenta que cubrió a la ciudad de Buenos Aires durante toda la jornada dominical hizo que el árbitro Héctor Baldassi decidiera suspender el encuentro a los diez minutos del primer tiempo.
Muy poco material dejó este partido como para hacer un análisis. El campo de juego se encontraba en pésimas condiciones para las 15 horas, momento en que ambos equipos salieron del túnel. A esto se le sumó la gran cantidad de serpentinas y papeles amarillos que tapaban el área donde ya estaba ubicado el arquero del visitante, Daniel Vega. Para las 15:10, la pelota comenzaba a rodar.
La primera jugada fue para River que de la mano de Rogelio Funes Mori intentaba llegar con claridad. El agua y el defensor Gary Medel se lo impedían, y así se iba la primera pelota para el visitante. A los 4 minutos, Baldassi debió interrumpir el juego para despejar el área Millonaria que se había llenado de papelitos nuevamente. Tres minutos más tarde, la única llegada al arco que defendía Vega se dio de la mano de Martín Palermo, quien peinó una pelota que venía de altura y que Nicolás Gaitán no logró direccionar.
En la contra de la misma jugada, Paulo Ferrari levantó como pudo un centro por la derecha que despejó Luiz Alberto sin demasiadas complicaciones. Allí moría el único intento que tuvo River para aproximarse a Javier García, quien no tocó la pelota en todo el mini clásico.
Cuando el campo de juego se aproximaba a una pileta olímpica, y el desplazamiento de los jugadores simulaba un partido de waterpolo, el árbitro pidió el balón y con el típico gesto de no va más, daba por suspendido por la lluvia, por primera vez en la historia, el Superclásico tan esperado.
A pesar de la intensa lluvia lo que no quedó pasado por agua fue el color y la concurrencia de ambas hinchadas. Pero lo que parecía una fiesta se terminó pronto por la decisión de Baldassi y los hinchas salieron del estadio resignados y con la incertidumbre de saber cuando podrán ver partido más importante para ellos en cada campeonato.
Por lo pronto, la fecha de continuación es incierta. En un principio se habló del miércoles 24 de marzo, feriado nacional por el Día de la memoria, pero el Gobierno habría visto con malos ojos esta posibilidad debido a que es una fecha que merece respeto. En seguida surgió la posibilidad de jugarlo el martes 23 pero desde Boca dijeron que sería operativamente casi imposible de programar otro superclásico con toda la organización que requiere. Luego, sonó el jueves 25, pero River se negó con el argumento de que el sábado lo espera su encuentro con Argentinos Juniors (si se programa para ese día el conjunto dirigido por Leonardo Astrada pediría que se pase su partido del sábado para el domingo a última hora). Con tres negativas firmes, la AFA busca en este calendario particularmente apretado del Clausura 2010 un hueco en el que Boca y River puedan disputar el encuentro que todos los hinchas esperan ver.
Cambios: no hubo.
Amonestados: no hubo.
Incidencias: suspendido por lluvia a los 10 minutos del primer tiempo.
Estadio: Boca Juniors.
Arbitro: Héctor Baldassi
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