Un paso más

Vélez Sarsfield venció 2 a 1 a Colo Colo ayer en Liniers y quedó a un paso de clasificarse a los octavos de final de la Copa Libertadores.

En un partido intenso y emotivo el conjunto dirigido por Ricardo Gareca fue superior a su par chileno y obtuvo un triunfo fundamental en busca de su principal objetivo. A pesar de su notable mejoría con respecto a los últimos partidos el inicio del encuentro no fue positivo. A los 8 minutos una distracción de los volantes defensivos y un quedo de Sebastián Dominguez dejaron a Miralles, el más peligroso del equipo chileno, mano a mano con Montoya. El delantero con un fino toque por encima del arquero le dio la ventaja a los visitantes.

Fue el cachetazo necesario para despabilar a Vélez. Comenzó el juego asociado, los desbordes, las gambetas, con Maxi Moralez y Alejandro Cabral como principales figuras de la remontada. A los 10 minutos, un pase de emboquillada del Enano dejó a Rodrigo López cara a cara con el arquero y con una definición poco ortodoxa consiguió el empate. El equipo argentino continuó yendo en busca de la victoria y lo consiguió poco después. Cerca de la media hora un tiro libre de Emiliano Pappa al segundo palo encontró al goleador Santiago Silva que con un cabezazo marcó el ya merecido 2 a 1.

El segundo tiempo fue similar al final del primero. Vélez manejó la pelota y con ella el ritmo del partido. Hasta le anularon el gol que le hubiese dado la tranquilidad para terminar los 90 minutos sin sobresaltos. Porque defensivamente éste Vélez no es el mismo que el del Clausura 2009. Ni Somoza ni Razotti fueron los ladrones de pelotas que estaban acostumbrados a ser, Cubero por momentos corre y pega casi sin sentido, Otamendi se confía de más, y Dominguez (quizás el más flojo) comete errores que cuestan caro (últimos tres en Santiago, en Rosario y ayer). Entonces tuvo que aparecer Germán Montoya con un par de atajadas que, sin ser espectaculares, fueron fundamentales para la victoria. En especial porque el partido se había puesto muy caliente, desde el momento que un alcanza pelotas se demoró en darle el balón al arquero chileno Prieto y éste generó un tumulto. La gente explotó contra el uno visitante quien después recibió un proyectil en el brazo y quedó tendido durante más de cinco minutos. Cuando notó que el árbitro uruguayo Silvera no tomaría ninguna medida extraña se levantó y siguió jugando como si nada hubiera pasado. Al final, la expulsión de Rodrigo Millar dio cierta calma.

El final del partido fue un desahogo. Gareca y sus jugadores se saben punteros del grupo y candidatos a ser de los mejores primeros para definir de local los partidos de la llave final. El domingo será el turno del equipo muleto frente a los tucumanos, y el miércoles en Belo Horizonte contra el Cruzeiro. Despacio Vélez sigue dando pasos en busca de la copa.