El nuevo Búfalo Funes (Mori)

En el clásico más antiguo del fútbol argentino, River venció a Racing 3 a 0 con un hat trick de Funes Mori. La Academia quedó fuera de la Promoción.

En los últimos días, es de conocimiento de todos los futboleros que el sistema táctico defensivo tuvo resultados opuestos en dos situaciones definitorias: por un lado, el efecto positivo que causó el planteo de Mourinho para la clasificación de Inter a la final de la Champions League dejando atrás a Barcelona. En el otro extremo, Banfield salió a defender en Brasil el 3 a 1 del partido de ida con cinco hombres en el fondo y uno de punta y terminó padeciendo el 2 a 0 que permitió la clasificación de Inter de Brasil a los cuartos de final de la Copa Libertadores.

En Avellaneda, River salió a jugar como una tromba y en los 45 minutos iniciales marcó los 3 tantos que luego salió a defender en el complemento. En este caso, el planteo de Ángel Cappa dio resultado por virtudes propias y por el flojísimo rendimiento de Racing, que no hizo demasiado para remontar el resultado adverso.

Pero en la previa, River y Racing llegaron al clásico del sábado con situaciones similares, teniendo en cuenta la necesidad de puntos que tienen ambos, uno para cuidarse de una posible zona de Promoción en el próximo torneo y el otro para escapar del abismo en este Clausura. El condimento extra era el marco importante de hinchas que se acercaron al Cilindro de Avellaneda para presenciar una nueva edición del clásico con más historia del fútbol nacional.

El primer gol llegó temprano por un magistral cabezazo de Funes Mori en el centro del área. La defensa académica recién se desperezaba y ya sufría el primer golpe. Un minuto después, Claudio Bieler -que desperdició varias chances claras de convertir- le pegó casi desde los tres cuartos de cancha pero la pelota se fue por poco. Luego, quedaría solo frente al arquero Daniel Vega –de buena actuación- que le salió a achicar y detuvo la pelota con su pierna izquierda. A los 16 Racing volvía a probar con Matías Cahais que de contra remata al arco y la pelota se estrellaba contra el palo. De esta jugada surgió el segundo gol millonario: Vega sacó desde su arco y la recibió la defensa de Racing que tras una enorme falla la perdió y la dejó nuevamente para Funes Mori. El chico gambeteó al arquero De Olivera con enorme calidad y marcó el 2 a 0 parcial. Mientras tanto, el equipo local no se daba por vencido y buscaba el descuento pero nuevamente se toparía con el 9 goleador. A los 23, desde un centro de la derecha el balón rebotó en el área y con la potencia de un búfalo, Funes Mori (que no tiene nada que ver con el fallecido jugador millonario y campeón del ´86) entró por el medio del área y cabeceó directo a la red. Los equipos se iban al vestuario con un resultado contundente.

En el segundo tiempo, River se dedicó a bajar algunos cambios y tratar de no hacer circular tanto la pelota. Racing se encontró desordenado en defensa y muy flojo para recuperar pelotas en el mediocampo. Con el correr de los minutos y la ansiedad por terminar el encuentro, una jugada fuerte terminó con la expulsión de Matías Almeyda –se pierde el último partido ante Tigre- pero todavía quedaría una chance más para Funes Mori de marcar el cuarto tanto: Facundo Affranchino entró solo por la derecha y remató al arco pero el palo le devolvió la pelota que quedó en los pies del goleador de la noche, que esta vez desperdició la jugada de gol por llevarse por delante la pelotas estando mano a mano con el arco vacío.

El pitazo final marcó la alegría para el pueblo riverplatense que lograba tres puntos fundamentales para alejarse del fondo de la tabla del descenso para la próxima temporada. Los dirigidos por Miguel Ángel Russo, en cambio, se iban pensando en los puntos que necesitaba obtener para poder respirar tranquilo y olvidarse de la Promoción. Recién al día siguiente lograría zafar gracias al resultado de Rosario Central, que empató con Estudiantes al día siguiente y se condenó definitivamente a jugar el reducido para mantener la categoría.

Foto: Gentileza Olé