Aunque Estudiantes ganó 2 a 1, el gol de visitante le dio el pasaje a semifinales a Inter de Porto Alegre. El León se quedó sin el único objetivo que le quedaba en esta temporada. En el final, se dieron incidentes en el que una vez más tuvo como protagonista a Leandro Desábato.
El primer tiempo, con Verón jugando libre con Sosa, Estudiantes salió a buscar el resultado. Con dos inspiraciones individuales, se puso al frente. El primer gol vino de los pies de la Brujita y la definición de Leandro González, mientras que el segundo desde una salida del lateral y una perlita de Enzo Pérez. Después de estos minutos, comenzó a regular más pensando en lo físico que en el juego en sí.
Para el segundo tiempo, Sabella pensó en un equipo que defienda el resultado antes de ir por el tercero que cerrará toda posibilidad del equipo visitante. D’Alessandro encontró su lugar en la cancha y con los cambios de Fossati, el Inter empezó a salir y tener posibilidades de gol. Y lo consiguieron a dos minutos del final. Con una jugada grupal, Giulano definió para darle el pase a semifinal.
Después de un momento en el que las pulsaciones están a mil, el ser humano necesita descargar la emoción que va por adentro. Los incidentes comenzaron cuando Leandro Desábato increpó al Pato Abbondanzieri por los festejos hacia la platea de Estudiantes. A partir de ahí se armo el tumulto que se tranquilizó cuando los jugadores visitantes lograron meterse en el vestuario. La dirigencia platense deberá plantearse el accionar de algunos jugadores, especialmente de Desábato. En este último mes, estuvo involucrado en varios episodios no sólo adentro de la cancha sino también con declaraciones.
Terminó lo que se daba. Los jugadores tendrán las merecidas vacaciones. ¿Reproches? Está claro que Estudiantes sigue siendo el mejor equipo del fútbol argentino.
FOTO: GENTILEZA DE OLÉ
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