Aguantó lo que pudo pero se le escapó. A pocos minutos del final, con un cabezazo de Sorondo, Inter le ganó a Estudiantes por 1-0. La llave se cierra el próximo jueves en Quilmes.
Si hay algo que tiene el fútbol es que en minutos puede cambiar todo. El Pincha fue con una idea clara a tierras brasileñas: cuidar el arco. El objetivo se venía cumpliendo a la perfección pero en una pelota parada todo planteo se tiró a la basura.
En el primer tiempo el partido se dio como buscaba el equipo platense. Sabella planteó un equipo con cinco defensores (Clemente Rodríguez se movía por el lado derecho del medio) y un solo delantero Mauro Boselli, ya que José Sosa, su compañero de ataque, bajaba ayudar al mediocampo. Le pobló la mitad de cancha al equipo local que casi no tuvo posibilidades claras de gol en este período.
En el segundo tiempo, Inter fue en búsqueda de lo que quería. Con convicción y ambición, comenzó a llegar con mayor profundidad al arco de Orión. Fue así, como a los 42 minutos, luego de un tiro libre, el defensor uruguayo Sorondo, lo anticipa a Desábato y convierte el único gol del partido.
Hacer un análisis si es positivo o no el resultado es apresurado. Recién cuando se jueguen los segundos noventa minutos, se podrá hablar si Estudiantes no debería haber salido a buscar el partido antes y por ahí se traía algún gol de visitante.
Si hay algo que tiene el fútbol es que en minutos puede cambiar todo. El Pincha fue con una idea clara a tierras brasileñas: cuidar el arco. El objetivo se venía cumpliendo a la perfección pero en una pelota parada todo planteo se tiró a la basura.
En el primer tiempo el partido se dio como buscaba el equipo platense. Sabella planteó un equipo con cinco defensores (Clemente Rodríguez se movía por el lado derecho del medio) y un solo delantero Mauro Boselli, ya que José Sosa, su compañero de ataque, bajaba ayudar al mediocampo. Le pobló la mitad de cancha al equipo local que casi no tuvo posibilidades claras de gol en este período.
En el segundo tiempo, Inter fue en búsqueda de lo que quería. Con convicción y ambición, comenzó a llegar con mayor profundidad al arco de Orión. Fue así, como a los 42 minutos, luego de un tiro libre, el defensor uruguayo Sorondo, lo anticipa a Desábato y convierte el único gol del partido.
Hacer un análisis si es positivo o no el resultado es apresurado. Recién cuando se jueguen los segundos noventa minutos, se podrá hablar si Estudiantes no debería haber salido a buscar el partido antes y por ahí se traía algún gol de visitante.
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