All Boys derrotó 3 a 0 a Rosario Central en el Gigante de Arroyito y regresó a la Primera División luego de treinta años. Los goles fueron marcados por Marcelo Vieytes, Mariano Campodónico y Cristian Vella.
Alrededor de cinco mil hinchas viajaron con la ilusión a cuestas a Rosario para vivir una oportunidad única de volver al fútbol de elite. Cerca de cuatro mil simpatizantes y socios se reunieron en el club, en Floresta. Aquí y allá diluviaba. Ese era el panorama que se vivía en la previa de un partido decisivo para uno y para el otro.
El arranque del encuentro fue un deja vu para los locales: antes de los siete minutos ya se encontraba en desventaja luego de una salida en falso de su arquero Galíndez. Aunque no tuvo tanta responsabilidad como el miércoles cuando Mauro Matos cabeceó a la red. Esta vez fue Vieytes el encargado de poner la ventaja inicial. A partir de ese momento todo se le hizo cuesta arriba a los Canayas. Empezó a jugar lo externo: el público ya exigía e intentaba despertar a sus jugadores. Central nunca pudo reponerse y All Boys jugaba con la desesperación de su rival. Los visitantes, con sus armas, siempre intentaron aumentar la ventaja. Con más fuerza que fútbol, los locales empezaron a emparejar el trámite del partido y lo hacían figura a Nicolás Cambiasso. Como a los 41. Esos cinco minutos finales fueron decisivos. Tiro libre desde la izquierda, cabezazo de Luciano Figueroa y respuesta extraordinaria del arquero, quien tiro la pelota al corner luego de un manotazo. A los 43, Pérez García remató muy fuerte desde afuera del área, Galíndez dio un rebote para adelante y Campodónico remató al arco, dejando casi sin chances a la defensa rival. A esa altura, ante la efectividad de uno y la incapacidad del otro, parecía ser que el 2-0 ya era decisivo.
En la etapa complementaria, el Blanco y Negro ya jugaba a que pase el tiempo. Toda la presión y desesperación era rosarina. Central tenía la pelota, pero no sabía qué hacer. All Boys intentaba sentenciar de contraataque. A los veinte llegó el cachetazo final. Corner desde la izquierda, leve roce en un defensor de Central y Vella puso el tercero son un potente derechazo. Los últimos 25 minutos se fueron diluyendo entre alguna oportunidad aislada que tuvo Central y otra para los visitantes para completar la goleada.
El 3-0 final desató los festejos aquí y allá. Lamentablemente, entre llantos e impotencia, los hinchas de Central descargaron su ira contra sus propias instalaciones. Seguramente vendrá una suspensión para el Gigante. El presidente Usandizaga presentó su renuncia y llamarán a elecciones para fines de junio. Central pagó con el descenso a la B Nacional todos los desmanejos dirigenciales y la inexperiencia de su plantel que, salvo Chitzoff, Ambrosi y Figueroa, jugó toda la temporada sin refuerzos y con un conjunto de chicos de inferiores que no tenían por qué cargar con esta “desgracia”. Los futuros del técnico Madelón y un referente como Lucho Figueroa, son inciertos. El ascenso de los de Floresta se debe, por el contrario a lo dicho anteriormente, con muchos aciertos desde la dirigencia, que bancó el proyecto. Un cuerpo técnico, con José Romero a la cabeza, y jugadores que en algún momento fueron resistidos por sus hinchas, pero que lograron dos ascensos: de la B Metro a la PBN en 2008 y esta nueva estrella. Otro acierto fue el hecho de mezclar juventud con experiencia. Cambiasso, Zárate, Solchaga y Campodónico, entre otros, fueron algunos de los artífices de este All Boys que tiene la oportunidad de volver a Primera luego de treinta años. Felicitaciones para un club que hizo todo bien y un equipo que desde el minuto uno de la serie supo lo que se jugaba.
Alrededor de cinco mil hinchas viajaron con la ilusión a cuestas a Rosario para vivir una oportunidad única de volver al fútbol de elite. Cerca de cuatro mil simpatizantes y socios se reunieron en el club, en Floresta. Aquí y allá diluviaba. Ese era el panorama que se vivía en la previa de un partido decisivo para uno y para el otro.
El arranque del encuentro fue un deja vu para los locales: antes de los siete minutos ya se encontraba en desventaja luego de una salida en falso de su arquero Galíndez. Aunque no tuvo tanta responsabilidad como el miércoles cuando Mauro Matos cabeceó a la red. Esta vez fue Vieytes el encargado de poner la ventaja inicial. A partir de ese momento todo se le hizo cuesta arriba a los Canayas. Empezó a jugar lo externo: el público ya exigía e intentaba despertar a sus jugadores. Central nunca pudo reponerse y All Boys jugaba con la desesperación de su rival. Los visitantes, con sus armas, siempre intentaron aumentar la ventaja. Con más fuerza que fútbol, los locales empezaron a emparejar el trámite del partido y lo hacían figura a Nicolás Cambiasso. Como a los 41. Esos cinco minutos finales fueron decisivos. Tiro libre desde la izquierda, cabezazo de Luciano Figueroa y respuesta extraordinaria del arquero, quien tiro la pelota al corner luego de un manotazo. A los 43, Pérez García remató muy fuerte desde afuera del área, Galíndez dio un rebote para adelante y Campodónico remató al arco, dejando casi sin chances a la defensa rival. A esa altura, ante la efectividad de uno y la incapacidad del otro, parecía ser que el 2-0 ya era decisivo.
En la etapa complementaria, el Blanco y Negro ya jugaba a que pase el tiempo. Toda la presión y desesperación era rosarina. Central tenía la pelota, pero no sabía qué hacer. All Boys intentaba sentenciar de contraataque. A los veinte llegó el cachetazo final. Corner desde la izquierda, leve roce en un defensor de Central y Vella puso el tercero son un potente derechazo. Los últimos 25 minutos se fueron diluyendo entre alguna oportunidad aislada que tuvo Central y otra para los visitantes para completar la goleada.
El 3-0 final desató los festejos aquí y allá. Lamentablemente, entre llantos e impotencia, los hinchas de Central descargaron su ira contra sus propias instalaciones. Seguramente vendrá una suspensión para el Gigante. El presidente Usandizaga presentó su renuncia y llamarán a elecciones para fines de junio. Central pagó con el descenso a la B Nacional todos los desmanejos dirigenciales y la inexperiencia de su plantel que, salvo Chitzoff, Ambrosi y Figueroa, jugó toda la temporada sin refuerzos y con un conjunto de chicos de inferiores que no tenían por qué cargar con esta “desgracia”. Los futuros del técnico Madelón y un referente como Lucho Figueroa, son inciertos. El ascenso de los de Floresta se debe, por el contrario a lo dicho anteriormente, con muchos aciertos desde la dirigencia, que bancó el proyecto. Un cuerpo técnico, con José Romero a la cabeza, y jugadores que en algún momento fueron resistidos por sus hinchas, pero que lograron dos ascensos: de la B Metro a la PBN en 2008 y esta nueva estrella. Otro acierto fue el hecho de mezclar juventud con experiencia. Cambiasso, Zárate, Solchaga y Campodónico, entre otros, fueron algunos de los artífices de este All Boys que tiene la oportunidad de volver a Primera luego de treinta años. Felicitaciones para un club que hizo todo bien y un equipo que desde el minuto uno de la serie supo lo que se jugaba.
Foto: gentileza TyC Sports
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