River venció a Tigre 1 a 0 en el primer partido del Torneo. El gol lo convirtió Funes Mori a los 45 del segundo tiempo. El DT de Tigre fue expulsado del banco por protestar.
River es consciente de que estos doce meses que le quedan por delante van a ser cruciales en su rica historia futbolística. Es que el “maldito promedio” revolotea el barrio de Nuñez desde hace una temporada y, por eso, cada partido que se gane será una piedra menos en la montaña que debe escalar para llegar a la cima de la tabla. Hoy el Millonario pudo sumar los primeros, e importantísimos, tres puntos de este recién inaugurado Torneo Apertura tras ganarle a Tigre por la mínima diferencia. El tanto, sin embargo, fue agónico, como para que el hoy por hoy sufrido hincha no se olvide de que vendrán tiempos de padecimientos y de calculadoras: el promedio seguirá merodeando los alrededores del Monumental por un largo rato.
Torneo nuevo, caras nuevas. River trajo refuerzos de cierto renombre, como hace mucho no sucedía. Muchos de ellos fueron titulares hoy. En el arco, la clave del título del 2007, Juan Pablo Carrizo, que pegó la vuelta hacia los tres palos que mejor le sientan. En la línea de fondo, Jonathan Maidana y Carlos Arano llegaron para dar una importantísima mano en la zaga central y en el lateral izquierdo, respectivamente. En el mediocampo, el ex Independiente Walter Acevedo aceptó el desafío de acompañar al histórico Matías Almeyda en el manejo de los hilos del equipo. Vaya responsabilidad: el quite y toque pasarán por sus pies. A ellos se les sumó en esta ocasión otra cara nueva para la Primera pero no para el club: Manuel Lanzini, un joven de 17 años que se ganó la confianza de Angel Cappa en la pretemporada y debutó con la banda roja al lado de Ortega y Buonannote, sus aliados de juego. Y también llegaron el paraguayo Adalberto Román, el peruano Josepmir Ballón, el ex Vélez y Godoy Cruz Leandro Caruso –otro que debutó hoy con la banda roja, aunque ya tiene varios años en Primera- y la sorpresa de último momento, el delantero proveniente de Italia, Mariano Pavone. El Tanque, confeso gallina, hará su presentación recién en la tercera o cuarta fecha por una lesión que aún no le permite estar en óptimas condiciones físicas.
El partido fue dominado por el equipo local, que formó un 4-2-3-1 ensayado por el DT y sus jugadores durante los últimos amistosos de la pretemporada invernal. En el primer tiempo fueron más las oportunidades de gol generadas por el Millonario, aunque Tigre también avisó con un tiro en el palo que puso en alerta a Carrizo, de buena actuación. En el segundo tiempo, River pareció soltar el timón, sobre todo durante el primer cuarto, en el que el equipo de Victoria probó abrir el marcador, aunque sin éxito. Ante la imposibilidad de marcar el primer tanto del partido, el visitante pareció resignarse al ataque y los de Cappa emplearon toda la presión sobre el área de Daniel Islas, lo que hizo que Ricardo Caruso Lombardi retrasara a su equipo. Lo que simulaba ser una estrategia de defensa, quizás para buscar el gol mediante el contraataque, terminó siendo una trampa mortal. A los 45 minutos, cuando todo hacía que el encuentro terminara en empate, una certera habilitación de Ortega para Rogelio Funes Mori permitió que el Melli, solo, definiera con tranquilidad y decretara así la victoria millonaria.
La mancha de la jornada la dejó -cuándo no- el DT de Tigre, Caruso Lombardi. Tal vez en un acto más de impunidad verborrágica -reforzado por las declaraciones realizadas durante la semana previa en las que aseguraba que River era favorecido por el fixture que le había tocado- el señor de barba candado reclamó una inexistente falta de Ortega previa al gol con una catarata de improperios e insultos, los cuales provocaron su expulsión del campo de juego. Bien por el árbitro Pablo Lunati, que hizo oídos sordos a las necias palabras del técnico.
Cuando hay un largo camino por recorrer, el primer paso suele ser fundamental. Y si los pasos son firmes y precisos, el trecho se hace menos fatal. Esta vez River pisó fuerte en su casa. La primera escala ya quedó atrás. Sólo queda mirar para adelante, cada vez más cerca de la cima.
Foto: Gentileza La página millonaria.
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