Se fueron conformes

En el cierre de la primera fecha del Torneo Apertura, Godoy Cruz y Boca empataron 1 a 1 en un partido que pudo haber sido para cualquiera de los dos.

Después de un Clausura donde ambos equipos terminaron con realidades totalmente opuestas (el Tomba peleando hasta el final y el Xeneize naufragando en los mares de la intrascendencia), ambos equipos se prepararon lo mejor posible, uno para continuar el proyecto que arrancó hace más de seis meses y el otro cambiando casi todo el equipo, incluyendo el entrenador.

El equipo del Turco Asad mantuvo la base del torneo anterior (sólo perdió a Higuaín y a Sebastián Martínez), mientras que Boca renovó la defensa (incluido el arquero), y varios puestos del mediocampo.

En Boca la cuestión era ver como respondía la línea de 3 de Borghi, algo que los hinchas del equipo de la Ribera aún miran con desconfianza.

El equipo local salió con el mismo dibujo táctico pero notablemente más aceitado. Por tal motivo fue Godoy Cruz el equipo que manejó la pelota a pesar de las ausencias de tres importantes jugadores como Olmedo, Rojas y Carlos Sánchez, quienes estaban suspendidos por acumulación de amarillas.

De los pies de David Ramírez salía lo mejor del local, y fue él, quien a los 14 minutos envió un centro desde la izquierda, Matías Giménez no la rechazó, y el lateral Roberto Russo le rompió el arco a Luchetti, así el ex Chicago marcaba en su debut en Primera.

Boca sintió el golpe y salió con todo en busca del empate, primero se lo perdió el mismo Giménez y luego si, a los 21, Lucas Viatri bajó muy bien un centro de Jesús Méndez y definió al palo de Ibáñez.

El equipo del Bichi siguió intentando (un cabezazo de Insaurralde se fue cerca) pero se fueron al descanso sin poder sacarse diferencias.

En la segunda etapa otra vez Boca salió con todo, Palermo estrelló un tiro en el palo luego de una gran habilitación de Escudero y luego, el propio Martín, habilitó “a lo Riquelme” a Giménez, quien gambeteó a Ibáñez y definió, pero Russo sacó el disparo en la línea.

A partir de ahí Boca sintió el desgaste (sobre todo el Pichi Escudero, reemplazado por el juvenil Cañete), y Godoy Cruz lo empezó a llevar contra su propio arco.
Primero fue Ramírez el que lo tuvo (gran tapada de Luchetti) y a falta de 5 minutos entre Caruzzo y el palo le negaron el gol de la victoria a Villar, aclarando que la pelota se desvió en el brazo del defensor de Boca, aunque Laverni estaba muy tapado como para poder verlo.


Así se fue el partido, ambos hicieron méritos para ganar, el Tomba sigue con la impronta de buen juego que lo distinguió en el Clausura, mientras que en Boca, Palermo y Viatri demostraron que pueden jugar juntos, que la defensa puede aportar soluciones y que espera urgentemente por dos carrileros con oficio como Clemente Rodríguez y Gonzalo Fierro.

Para empezar a cumplir sus objetivos, empezar sumando no está nada mal, habrá que ver como serán sus próximos pasos de ambos en el Apertura.