Muchos dicen que nos faltan jugadores

Pero en este dial . . . SOBRA EQUIPO

Comunicate a la radio al 4926-1623 o tambien podes escribirnos a
sobraequipo@hotmail.com. Lunes de 19 a 20 por AM 1090.



sábado, 2 de octubre de 2010

Baile al compás latino


Godoy Cruz goleó 4 a 1 a un Independiente sin alma, de la mano del uruguayo Carlos Sánchez y el colombiano Jairo Castillo, que dieron una clase de fútbol en Mendoza.

El equipo mendocino empezó manejando la pelota con la tranquilidad que lo caracteriza, pero en una jugada aislada, un centro de Tuzzio terminó en la cabeza de Silvera, y a los 8 minutos, el goleador ponía el 1 a 0 y llegaba a su gol 100 en Primera.

Un baldazo de agua fría para el Tomba, pero lo que a cualquier otro equipo es un golpe que lo deja tambaleando, a este equipo de Asad lo termina fortaleciendo.

Al ritmo de la salsa colombiana que emerge en cada arranque de Jairo Castillo, se sumó el candombe que le sale por los poros al uruguayo Sergio Sánchez, que en cada pelota que toca, parece que le va a sacar lustre a la pista.

Todo eso con un equipo comandado al ritmo del tango por un Omar Asad que ya dejó de ser una revelación, para convertirse en una realidad.

Entonces, con un ritmo a veces vertiginoso y otras tranquilo, empezó el recital mendocino. A los 19, una habilitación preciosa de Ariel Rojas, dejó a Jairo Castillo en la zona de fuego, y ahí, el colombiano te mata. Una gran maniobra para sacarse de encima al defensor, y después arqueándose para no caerse al piso, definió de derecha al segundo palo de Gabbarini, que nada pudo hacer.

Nueve minutos después, luego de un lateral sacado rápido, Villar mandó un centro preciso para la entrada de Salinas, que durmió a su marcador, y sacó un zurdazo imposible para el arquero, para dar vuelta el partido.

Aunque si hay un momento para reflejar lo que fue el encuentro, ése es la jugada del tercer gol mendocino. Jairo robó una pelota en mitad de cancha, tocó para Sánchez, que armó una pared con el colombiano (que la devolvió con un taco exquisito) para que el uruguayo recorra cuarenta metros con la pelota y defina desde afuera del área con un hermoso zurdazo cruzado. Iban 36 minutos, y el partido parecía liquidado.

Así se fue el primer tiempo, Independiente se había puesto en ventaja sin pensarlo, pero después no encontró la fórmula para sacarle la pelota a un mediocampo de Godoy Cruz que juega de memoria, y eso que no estaba el Mago Ramírez…

Para que no queden dudas, al minuto del segundo tiempo llegó el cuarto, luego de un tiro de esquina, Curbelo cabeceó sólo y puso ventaja de tres para el local, que ahora si se empezó a florear.

El partido estaba 4-1 y faltaban casi 45 minutos, había dos opciones, o goleada histórica, o la vergüenza de al menos ir en busca del descuento.

Error. Ninguna de las dos fue la opción correcta, porque el Tomba empezó a llevar la pelota de acá para allá, quizás por los famosos códigos del fútbol, con el colombiano bajando hasta la mitad de la cancha para entretener la pelota, con Olmedo y Rojas luciéndose como uno de los mejores mediocampos del torneo y con un Carlos Sánchez que estaba en todos lados. Por el otro lado, el Rojo deambulaba, y, salvo Silvera, la mayoría prefería caminar la cancha para que pase el tiempo en vez de aunque sea intentar correr a los jugadores tombinos.

Quedó sólo tiempo para que el equipo de Asad diera una nueva clase, la de manejar la pelota a su antojo, y para que Leonel Galeano se haga expulsar tontamente, sin pensar que la semana que viene se perderá el partido que todos los hinchas del Rojo exigen ganar: Racing.

Independiente volverá a tener una semana terrible, después de esa pequeña primavera que encontró luego de la victoria ante el Lobo platense.

En tanto, Godoy Cruz se puso a cuatro de Estudiantes (con un partido más) y cada vez está más cerca de sacar a las pistas a su equipo por toda América, porque la Libertadores, está cada vez más cerca.


Foto: Gentileza Diario Uno de Mendoza

No hay comentarios:

Publicar un comentario