Finalizó una fecha vibrante que dejó secuelas importantes. El líder sigue siendo Estudiantes, pero ahora a sólo tres puntos de Vélez y Arsenal. River protagonizó el mejor partido del fin de semana, Boca volvió a ganar y Avellaneda está que arde.
Sabido era que cambios en la cima no iba a haber, por la diferencia de puntos. Se especulaba, sin embargo, que Estudiantes pueda dejar unidades frente a Colón y los de abajo se acerquen. Así sucedió, porque el Pincha no pudo traerse la victoria de Santa Fe. Demostró que, sin Braña y Verón, no tiene el mismo equilibro y juego en la mitad de la cancha. Dependió una vez más de un tiro penal, contó con alguna situación pero lo pudo perder sobre el final. ¿Le sirve el empate a Estudiantes? Quienes dicen que sí, se justifican con que el Cementerio de los Elefantes no es fácil y la igualdad allí nunca es mala, además que sigue manteniendo una ventaja interesante en un fútbol tan parejo. Los que discrepan, se fundamentan principalmente en que Colón venía jugando mal, que era un encuentro accesible para ganar y ahora está a sólo tres puntos de sus seguidores. Lo cierto es que a final del campeonato se verá qué puntos le sirvieron o no.
De seguidores hablamos y aquí aparecen Vélez y Arsenal. Ambos están a tres puntos del líder, con la ventaja que el Fortín tiene la chance por motus propio de alcanzar la cima. Los de Gareca ganaron nuevamente con Martínez y Silva como figuras, ambos goleadores del campeonato. ¿Si jugó bien? No fue el mismo que el partido anterior. ¿Si mereció ganar? Llegó a ser incomodado por Quilmes en algún pasaje del partido, pero convirtió cuando lo tuvo que hacer y supo terminarlo antes de los 90 minutos. Además, le puso un punto final al trabajo de Tocalli. ¿Mejorarán los del Sur con nuevo técnico? Difícil. El que también es del Sur pero no tiene que mejorar es el Arse. De la mano de Alfaro ganó otra vez sobre la hora, lo que demuestra temple, concentración, compromiso, sed de victoria, cualidades básicas para cualquier conjunto que quiere pelear arriba. No lo tiene todo, pero no le falta nada. Tiene un gran arquero, una defensa sólida, el mediocampo es cumplidor y los de arriba no perdonan. ¿Podrá mantenerse?
Las madres millonarias y tombinas seguramente sufrieron más de lo que disfrutaron su día. Vivieron el mejor partido de la fecha pero también el más agónico, polémico y adrenalínico. Fuera de cualquier error arbitral, el encuentro fue uno de los más abiertos que se vivió en los últimos tiempos. Da la sensación que una victoria para cualquiera hubiese sido clave pero injusta. El 2-2 le cae bien a nivel en el que se jugó, pero es discutible a cuál de los dos equipos le cae mejor. Godoy Cruz debía ganar por la localía pero con la igualdad continúa prendido a la pelea por entrar en la Copa Libertadores. River, por historia y actualidad, necesitaba los tres puntos. Sin embargo, teniendo en cuenta que sus principales rivales en la pelea por no descender no sumaron (Gimnasia, Huracán, Quilmes), a fin de temporada se puede caracterizar como un empate importante. A primera vista y por la reacción post partido, ambos se quedaron con las ganas de más.
El que no se quedó con las ganas de ganar fue Boca, que cosechó su segunda victoria consecutiva. Por primera vez en el campeonato terminó con la valla invicta y convirtieron sus dos delanteros. Parece un panorama excelente, pero no. Le ganó a la segunda defensa más goleada del certámen (con 18, uno por debajo de Independiente y Colón), y enfrentó a una delantera que convirtió 9 goles en todo el torneo. ¿Sirve la victoria? Por supuesto que sí, pero de continuar jugando así el conjunto de Borghi seguirá siendo tan irregular como lo fue hasta ahora (ganó 5, perdió 5 y empató 1). Algo parecido sucede con Racing, que luego de la derrota en el clásico consiguió vencer como local a Argentinos sin jugar bien. Además con el aliciente de la ya declarada pelea con su público, que reaccionó de manera violenta por el gesto de los jugadores al finalizar el encuentro. ¿Tiene razón la gente? Siendo tan duros en los cánticos, es discutible si se merecen o no un aplauso de parte de quienes entran a jugar, porque no hay dudas que esta hinchada va a la cancha a apoyar a la camiseta, no a quienes se la ponen. En la vereda de enfrente Independiente vive otra difícil realidad. Perdió con All Boys en Floresta jugando muy mal, demostró que el clásico fue sólo suerte+paternidad y dejó una dura imagen. Lo único que lo mantiene vivo es la Copa Sudamericana, en la que tiene un partido difícil frente a Defensor. ¿Que pasará si queda eliminado? ¿Hay manera de levantar el bajón futbolístico del Rojo? El técnico ya cambió, ahora tienen que cambiar los jugadores.
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