Una vez más

River no pudo quedarse con los tres puntos. Ante un Monumental colmado, empató 0-0 frente a un rival directo para salir de la zona de promoción.

Una vez más, como hace quince días, el equipo Millonario enfrentaba a un rival directo en la lucha por alejarse del fantasma de la promoción. Otro rival que juega a defender más que atacar. Como aquella noche contra Quilmes, Gimnasia consiguió un empate, algo imposible en los análisis previos.

Una vez más, Ángel Cappa paraba un equipo pensando más en la generación de juego que en el equilibrio. Al capitán Ortega, se le sumaron los dos juveniles Mauro Díaz, por derecha, y Eric Lamela por izquierda en la organización. Este esquema hacia pensar que Acevedo, que no es Almeyda, tendría que luchar sólo contra todo el mediocampo platense para recuperar la pelota.

Una vez más, River manejó el primer tiempo. Con seis posibilidades de gol, demostraba la ambición por conseguir el que abriera el arco y la defensa Tripera que se cerraba y no dejaba espacios. Hasta los cuarenta, parecía que sólo un equipo quería jugar y ganar el partido. Sin embargo, por errores del local, Gimnasia comenzó a llegarle a Carrizo. A los 44, Córdoba cabeceó solo frente a él que lo atajó. La primera etapa terminó con la sensación de que si quería y se lo proponía, el Lobo podía golpear más al Millonario.

Una vez más, el segundo tiempo el equipo local se puso el traje de la desesperación. El técnico buscó cambiar las figuritas en el mediocampo (Affranchino y Buonanotte por Días y Lamela) pero la historia siguió siendo la misma. El físico comenzó a pasar la cuenta. Y River se quedó. Sufrió en lo último pero el resultado ya estaba decretado.

Una vez más, no consigue llevarse los tres puntos habiendo dominado buena parte del partido. Tres puntos que lo dejarían a seis de Estudiantes y que lo sacarían de la promoción al menos por esta fecha.

Una vez más, su técnico en conferencia de prensa no realiza una autocrítica. Es verdad la suerte también juega, y ayer no estuvo del lado de River, pero ¿Lamela tenía que salir? , teniendo a Pereyra y Affranchino ¿no era mejor volver a un mediocampo convencional con dos volantes de ida y vuelta?, ¿Porque cambiar la defensa si la dupla de centrales (Maidana- Ferrero) venía dando resultados? A medida que van pasando los partidos, la idea Cappa va teniendo más dudas que certezas…