El viernes en la previa decíamos que posiblemente estábamos a punto de vivir la fecha más interesante del campeonato, no te podías perder nada. Los partidos daban para imaginarse un fin de semana emocionante, con buenos partidos, goles, remontadas, fiesta en las tribunas, etc. ¿Hace falta decir que nada de esto sucedió? Bueno, casi nada. Ajeno a esto sólo quedaron Huracán y Godoy Cruz. El Globo goleó a su eterno rival San Lorenzo, lo avergonzó ante los ojos del Mundo con un equipo lleno de juveniles. La inexperiencia y la humildad le jugaron a su favor para vencer a un equipo con grandes figuras, que subestimó a su rival y se llevó un 0-3 a Boedo, Bajo Flores, o donde más le guste. ¿Será un punto de partida para los Quemeros? Seguramente el envión anímico influirá en los rendimientos, de todas formas tienen mucho para mejorar ante la urgencia del promedio. ¿San Lorenzo terminó de hundirse? Sí, quedó afuera de todo y el equipo está desgastado, sin ideas. Su técnico, además, parece no tener la misma fuerza que antes y de a poco se le va a achicando la gran espalda que tuvo desde un principio. Por el contrario, y sin entrar en bromas por cuestiones de peso, la espalda del Turco Assad está cada día más grande. Su equipo consiguió una gran victoria en el Viaducto, le dio vuelta el partido a Arsenal, se ubica segundo en la tabla del año y está casi clasificado a la Copa Libertadores de América. Absolutamente nada para objetarle a los mendocinos que hacen historia semana tras semana, pero no quieren que la misma termine aquí. ¿Hasta dónde llegará el Tomba?
Todo lo lindo se acabó aquí, es momento de volver a la realidad. Los dos mejores equipos del fútbol argentino, Vélez y Estudiantes, protagonizaban "el partido del campeonato". Del encuentro saldría el mejor del país, la cancha estaba llena y todos los televisores prendidos esperando un duelo vibrante. Lo que se vio, sin embargo, fue otra cosa. El Pincha, líder, planteó un esquema completamente defensivo con el objetivo de empatar. Los locales, por su parte, intentaron más que su rival, fueron para adelante pero no encontraron ideas, sufrieron la ausencia de su principal creador, Maxi Moralez. Los 90 minutos no dejaron nada para rescatar y dio la sensación que el post-partido le cayó bien a ambos. ¿Así juegan los dos "modelos de equipo" en Argentina? ¿Les quedó grande el título y la importancia que se le dio al choque? ¿Siguen siendo lo que decíamos en la previa?
Los clásicos entre los grandes no se quedaron atrás de lo acontecido el viernes por la noche. Al día siguiente en el Monumental, River y Racing protagonizaron un encuentro que dejó mucho por resolver y el domingo, Indepentiende y Boca nos regalaron (si se puede llamar regalo) un partido para el olvido.
¿La Academia mereció algo más? Es discutible, porque se lo vio mejor con la pelota pero no contó con muchas situaciones claras para definirlo. Así y todo llegó más que su rival, cada día más desorientado. ¿Qué pasó con River? Volvió a jugar mal, cambió la alineación principal una vez más y no supo cómo vencer a un Racing que se cerró muy bien, con la excepción del gol millonario. El punto no le sirve a ninguno: el conjunto de Cappa sigue en zona de Promoción, más lejos de sus rivales y Racing se va despertando de a poco del sueño por jugar la Libertadores.
El que se despertó hace rato fue Boca, tan irregular como es su costumbre. No pudo ganar tres partidos seguidos en lo que va del campeonato, volvió a jugar mal y practicamente no llegó al arco. Durante la Era Borghi, el Xeneize tuvo un sólo mano a mano. Sí, leyo bien, solamente una vez un jugador se enfrentó de frente al arquero (Palermo frente a Ibáñez por la 1era fecha, la pelota se estrechó en el palo). A Boca todos los equipos se le cierran y el esquema que plantea su técnico no sirve, porque juega básicamente a tirar centros en los pies de sus carrileros, todos inventados (Escudero, Chávez, Jesús Méndez, Clemente Rodríguez, Gaona Lugo). Si hubo alguno que mereció llevarse el partido, aunque por poco, fue Independiente. Se mostró más concentrado, atento a los rebotes, comprometido con su idea de salir a ganar. Sabidas son las carencias que tiene el conjunto de Mohamed, pero la idea estuvo. ¿A quién le cayó mejor el empate? A ninguno, dio la sensación que ambos se quedaron con gusto a poco. Además, el partido como espectáculo no brilló. Para
el olvido, rápido.
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