Ya no hay palabras para describir lo que viene logrando el “Turco” Omar Asad desde que debutó como entrenador en el Tomba. Luego del tercer puesto obtenido en el pasado Clausura, el equipo casi no tuvo bajas y se preparó para pelear por cosas importantes, con la clasificación a la Copa Libertadores como objetivo.
Por la sexta fecha, tenía enfrente a uno de esos equipos que nadie quiere enfrentar, Lanús. Los de Zubeldía venían invictos, y mejorando partido a partido. No se habían acomodado en el campo cuando a los diez minutos el “Mago” Ramírez sacó un potente remate para marcar la apertura del marcador.
A los 28, Regueiro cambió penal por gol (gravísimo error de Curbelo) para empatar el partido. Lanús acumuló tantas chances como fallas en la definición. Blanco (un tiro en el travesaño), Romero (le sacaron una en la línea) y Lugo pudieron aumentar para el Granate, y los goles que no se hacen en un arco…
El segundo tiempo fue una fiesta del Tomba. Un zapatazo de Rojas a los 15 marcó el desnivel para el equipo mendocino. A partir de ahí fue todo del equipo de Asad.
Después iban a llegar dos golazos más. A los 31, Jairo Castillo después de un par de amagues iba a fusilar a Machesín y cinco minutos después, otra bomba, esta vez de Villar, iba a poner el resultado definitivo.
El Tomba sigue firme, jugando un fútbol de alto vuelo, gracias al talentoso Ramírez, un enganche de los que no abundan, sumados a Olmedo, Rojas, Castillo y Villar, que entienden el juego de la misma forma que el Mago. Así, Mendoza está más cerca de hacer la América.
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