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lunes, 6 de septiembre de 2010

Volvió

Después de dos pálidas presentaciones (una por copa y una por campeonato) reapareció el Vélez que se vio en las primeras fechas del torneo. Sólido en defensa, con manejo y control en la zona de volantes y desequilibrante en ataque el equipo de Gareca superó al River de Cappa que llegó a Liniers como puntero e invicto.
Una vez más, la potencia y la garra de Silva fueron la principal arma velezana. Cuando su equipo quedó con diez por la expulsión de Somoza, él sólo complicó a toda la defensa millonaria y casi convierte un golazo con una media vuelta de zurda que se estrelló en el palo derecho de Carrizo.
Por el lado de River el rendimiento fue similar a lo mostrado en las primeras cuatro fechas (salvo el primer tiempo contra Independiente). El intento de jugar con la pelota en el piso, presionando en campo rival y teniendo mucha movilidad en los últimos metros generaba muchas imprecisiones. Ortega era la manija del equipo hasta que después de discutir con Somoza (ambos fueron amonestados) se dedicó más a buscar la expulsión del volante central de Vélez (lo conseguiría recién a los 27’ del ST) que en crear juego para su equipo.
Vélez abrió el marcador a los 32’ con un remate cruzado de Martinez que bajó un pase-centro del Maxi Moralez. El tridente ofensivo de Gareca fue el fundamento de el recupero del equipo de Liniers. Cuando ellos están en un buen nivel da la sensación que el gol está por llegar. Poco tardó River en reaccionar, a los 41’ Buonanotte pudo parar con comodidad la pelota en el borde del área y remató con derecha haciendo inútil la estirada de Barovero. El grito eufórico de Cappa demostró lo importante que fue para el media punta de River el gol, por todo lo que ha pasado con él, y que algún capítulo de la vida del director técnico de bigote no está tan cerrado como él mismo asegura.
Pero el segundo tiempo, demostró que físicamente a River le está costando terminar los partidos. No pudo llegar con claridad al arco rival, su principal arma de ataque fue el pelotazo cruzado a Pereyra que jugó siempre a la espalda del juvenil Bella y después de su reemplazante Díaz, pero nunca generaron riesgo. Vélez fue más vertical, más directo y así llegó la falta de Maidana a Silva, inexplicablemente amonestado y no expulsado, y el penal convertido por el Pelado que se transformó en el goleador del campeonato. La victoria del Fortín no corrió riesgo en esa media hora que restaba jugar, ni siquiera cuando quedó con diez.
Con la derrota River quedó en descenso directo y sigue sin levantar el nivel, encima esta vez el resultado no lo favoreció. Ahora debe enfrentar al Arsenal de Alfaro, el otro puntero, en este momento un rival directo en las dos tablas. En Vélez se recuperó el humor y el nivel luego de dos derrotas, y visitará a San Lorenzo, su escolta el próximo sábado.

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