
La Selección demostró estar en un nivel muy superior al esperado. El primer set fue una demostración de nivel de varios de estos chicos. La autoridad de la victoria en el primer chico hizo que Estados Unidos deba trabajar para quedar en la cima del grupo. Fue ahí donde los norteamericanos le tiraron la chapa encima a los jóvenes argentinos. Tanto el segundo como el tercer set fueron de una paridad asombrosa, sólo se marcó la diferencia en los momentos decisivos. Claro, es que de los muchachos elegidos por Weber sólo dos tienen experiencia mundialista. La potencia en los saques de Stanley más las definiciones y bloqueos del artillero Priddy fueron demasiado para las aspiraciones nacionales.
Ya con el partido casi definido (era poco probable una remontada para un 3-2 final) el cuarto set tampoco fue tarea sencilla. Como en casi todo el partido las diferencias fueron mínimas y se llegó a los descansos con dos puntos de diferencia. Una vez más la potencia de los yanquis fue demasiado para la defensa argentina y se cerró el encuentro con el 25-20.
El jueves a las 16 horas (horario argentino) la selección enfrentará al duro Francia en Milán. El sábado hará lo propio con los nipones. Se presume a los orientales como los rivales a vencer para avanzar de ronda, pero el encuentro ante los galos es una gran opción (como fue éste ante los estadounidenses) para adquirir experiencia de primer nivel. El equipo de Weber está demostrando que supera las expectativas, tanto en rendimiento como en resultados. La ilusión sigue intacta.
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