
Estudiantes ganó por
No hay que ir a las estadísticas, ni a los papeles. Sólo hay que sentarse a ver 90 minutos al equipo platense para comprobar que es el mejor del fútbol argentino. Con la mística como bandera, tiene una idea fija: jugar con la mente en el arco rival. Asimismo, el Pincha no es una suma de individualidades. Acá Sobra Equipo.
Llegaba a Victoria con la obligación de ganar para seguir prendido en la punta y convertirse en el puntero por unas horas hasta que los demás jugaran sus respectivos partidos. Con el fantasma del cansancio, el equipo de Sabella regula los partidos. Regala minutos en los que juega un fútbol eficaz y vistoso, buscando abrir el marcador. Para luego, mantener la diferencia y replegarse, regalándole terreno y pelota al contrario.
A los ocho minutos de iniciado el encuentro, tras un córner de Verón, Desábato abría el marcador con un frentazo. Luego, cuando no, el Principito Sosa iba aumentar la ventaja. Con una jugada individual entre tres rivales, con un caño incluido y desde el suelo, convertía el segundo con un derechazo. Antes de finalizar el primer tiempo, Tigre iba a descontar por un error no forzado del defensor plantense Marcos Rojo, que falló el despeje de cabeza y descolocó a Orion.
El segundo tiempo no cambió mucho. Tigre, con actitud más que con ideas, fue en busca del empate. Pero se encontró con una defensa concentrada y con errores propios que demuestras sus falencias en el juego.
El local tendrá que olvidarse rápido de estas dos derrotas consecutivas para terminar el campeonato lo mejor posible. En tanto, el visitante deberá dejar de lado por unos días el campeonato local, para disputar el partido por
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