En el día del regreso de Diego Buonanotte al equipo, River dio vuelta el partido y venció 2 a 1 a Godoy Cruz con goles de Ortega y Ferrari. Debut positivo para Cappa.
Fue una noche plagada de emociones para River y su gente: el debut de Ángel Cappa como DT, la vuelta al equipo titular de Marcelo Gallardo y Ariel Ortega y, de yapa, la reaparición de Diego Buonanotte luego del accidente que lo alejó de las canchas en diciembre de 2009. El hincha millonario agradeció estas buenas noticias colmando las tribunas y plateas del estadio Monumental mientras que la hinchada de Godoy Cruz, el visitante, trajo a Buenos Aires todo su repertorio de banderas y canciones para alentar al –hasta ayer- puntero del torneo.
Como si en 90 minutos no entraran tantos eventos destacados, la acción se apuró a aparecer en los primeros minutos del encuentro cuando River llegó al arco de Nelson Ibáñez en los pies de Gustavo Canales, que no podía convertir el primero. A los 11 tuvo su revancha pero tampoco logró abrir el marcador. La gente se ilusionaba y Cappa comenzaba a dar las primeras indicaciones: jugar por abajo y con tranquilidad. Pero como suele suceder cuando un equipo pierde chances claras de convertir, sumado a un penal a Ortega no cobrado, su rival en este caso aprovechó el mini bajón para poner el 1 a 0 a favor con el gol de Federico Higuaín a los 32. El eventual puntero se iba al descanso sonriendo. El local entraba al túnel aplaudido por la tribuna, dándole así confianza para revertir el resultado negativo en la segunda etapa.
En el complemento, las cosas fueron in crescendo para los “Cappa-boys”. Ortega mostró que siempre está dispuesto a jugar, a pesar de sus deslices. Matías Almeyda y el Muñeco Gallardo impusieron su experiencia para guiar a los jóvenes Facundo Affranchino –ingresó por Diego Barrado, muy flojo- y Roberto Pereyra, de buenas actuaciones en los últimos encuentros. Pero definitivamente el quiebre en la actitud de los jugadores fue el ingreso de Buonanotte por Gustavo Canales, a los 12. El Enano hechizó a sus compañeros con una pócima de optimismo: a los 23, el Burrito clavó el empate y dos minutos después, Paulo Ferrari definió como un delantero neto luego de gambetear al arquero.
Fue una noche perfecta para el Millonario, que quebró la mala racha de 5 partidos sin convertir (2 a 0 contra Huracán en la 9º fecha). Fue una noche de alegría, festejos y desahogos. Fue una noche de bienvenida y de regresos. En resumen, para River ayer fue una muy Buonanotte.
Fue una noche plagada de emociones para River y su gente: el debut de Ángel Cappa como DT, la vuelta al equipo titular de Marcelo Gallardo y Ariel Ortega y, de yapa, la reaparición de Diego Buonanotte luego del accidente que lo alejó de las canchas en diciembre de 2009. El hincha millonario agradeció estas buenas noticias colmando las tribunas y plateas del estadio Monumental mientras que la hinchada de Godoy Cruz, el visitante, trajo a Buenos Aires todo su repertorio de banderas y canciones para alentar al –hasta ayer- puntero del torneo.
Como si en 90 minutos no entraran tantos eventos destacados, la acción se apuró a aparecer en los primeros minutos del encuentro cuando River llegó al arco de Nelson Ibáñez en los pies de Gustavo Canales, que no podía convertir el primero. A los 11 tuvo su revancha pero tampoco logró abrir el marcador. La gente se ilusionaba y Cappa comenzaba a dar las primeras indicaciones: jugar por abajo y con tranquilidad. Pero como suele suceder cuando un equipo pierde chances claras de convertir, sumado a un penal a Ortega no cobrado, su rival en este caso aprovechó el mini bajón para poner el 1 a 0 a favor con el gol de Federico Higuaín a los 32. El eventual puntero se iba al descanso sonriendo. El local entraba al túnel aplaudido por la tribuna, dándole así confianza para revertir el resultado negativo en la segunda etapa.
En el complemento, las cosas fueron in crescendo para los “Cappa-boys”. Ortega mostró que siempre está dispuesto a jugar, a pesar de sus deslices. Matías Almeyda y el Muñeco Gallardo impusieron su experiencia para guiar a los jóvenes Facundo Affranchino –ingresó por Diego Barrado, muy flojo- y Roberto Pereyra, de buenas actuaciones en los últimos encuentros. Pero definitivamente el quiebre en la actitud de los jugadores fue el ingreso de Buonanotte por Gustavo Canales, a los 12. El Enano hechizó a sus compañeros con una pócima de optimismo: a los 23, el Burrito clavó el empate y dos minutos después, Paulo Ferrari definió como un delantero neto luego de gambetear al arquero.
Fue una noche perfecta para el Millonario, que quebró la mala racha de 5 partidos sin convertir (2 a 0 contra Huracán en la 9º fecha). Fue una noche de alegría, festejos y desahogos. Fue una noche de bienvenida y de regresos. En resumen, para River ayer fue una muy Buonanotte.
Foto: Gentileza Web "La página millonaria".
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