Un empate, dos condenados

Rosario Central y Atlético empataron en Tucumán 2 a 2. Luis Rodríguez convirtió los goles de los locales, Zelaya y Caraglio los de la visita. El Decano jugará la próxima temporada en la B Nacional y los Canallas quedaron a seis de Racing, primero en salvarse de la promoción.

Va pasando el tiempo, va. El Clausura 2010 tiene sus dos descendidos confirmados y los próximos candidatos a serlo casi definidos. Uno de los primeros es Atlético Tucumán, que con la paridad de hoy aseguró su futuro inmediato en el ascenso. Central, por su parte, tiene “un pie adentro” de la promoción. El Estadio Monumental José Fierro fue el escenario en el cual los conjuntos de Gómez y Madelón igualaron en dos, en uno de los partidos más emotivos del campeonato.

El comienzo del encuentro fue un adelanto de los excites que iban a venir. Cuando transcurrían apenas 2 minutos, luego de una jugada entre Gigliotti y Montiglio, la Pulga Rodríguez consiguió vencer a Galíndez y abrir el marcador. Así comenzó esta batalla, que a partir de aquí iba a cambiar de rumbo varias veces. Precisamente porque Central comenzó a hacerse dueño de la mitad de la cancha con la buena actuación de Ballini y su despliegue junto a Gervasio Núñez. El atrevimiento de Atlético cesó y la visita se aprovechó de esto. Tras un centro desde la izquierda de Milton Caraglio, Emilio Zelaya intervino antes que la defensa y puso el 1 a 1 parcial. El empate hizo que los de Madelón sean los protagonistas hasta el final de la primera parte, lapso en el cual Núñez tuvo la posibilidad de conseguir la ventaja con un tiro libre.

La segunda mitad, no iba a ser menos inquietante que la anterior. Apenas comenzado el complemento Caraglio desaprovechó el segundo: eludió a Ischuk y Paez desvió la pelota sobre la línea. Enseguida, a los 6 minutos, la Pulga la paró con el hombro de espalda al arco, giró y definió cruzado para ventajear a su equipo. Inmerecidamente, el resultado estaba ahora 2 a 1. Lo increíble vino cuando Rodrigo Herrera pisó a Santiago García (no se llega a comprender si fue apropósito o inocentemente) y tuvo que salir expulsado. Atlético, con uno menos, le concedió el balón a su rival y pecó por sus propios errores. Central, por su parte, modificó a Ballini por Figueroa en un cambio clave para el futuro del partido. A los 12, el recién ingresado recibió un pase de Gómez, habilitó de primera a Caraglio y éste definió frente al arco para decretar el empate. Sin embargo, tardaron los tucumanos en reaccionar y se replegaron por momentos esperando salir de contra. Después, debido a la obligación de ir a buscar la victoria, se volcaron directamente a la ofensiva y se regalaron ante un Central que no lo supo aprovechar. Tuvo demasiadas oportunidades de llevarse a Rosario los tres puntos, pero deslices colectivos e individuales lo impidieron. Llegó en reiteradas ocasiones con mayoría de jugadores al ataque y las desperdició. Errores infantiles, imprecisiones difíciles de entender. Núñez erró un gol mano a mano sin arquero, sólo ante un defensor. También lo perdió Rivero minutos antes del final.

Atlético Tucumán, a partir de la próxima temporada, disputará el torneo de Primera B Nacional. No pudo sostenerse en la primera categoría del fútbol argentino, obteniendo hasta el momento 32 puntos en 34 partidos jugados. Sin embargo, los hinchas dieron un verdadero espectáculo. Lejos de los reproches, demostraron el amor que siente por los colores y entre lágrimas se juraron a ellos mismos: “vamos a volver”. Quedó la sensación de que Central pudo haber obtenido más que una igualdad. Sin entrar en lo justo o injusto de la paridad, tuvo las chances de gol más claras. Lo cierto es que escapó del descenso directo y prácticamente se aseguró un lugar en la promoción. Tiene ahora el mismo promedio que Gimnasia, posicionándose ambos seis puntos por debajo de Racing, cuando quedan nueve en juego. Hoy en Tucumán fue un empate, sin embargo condenados fueron los dos.


Foto: Gentileza TyC Sports.